Las hadas me dijeron….
Aquí tienes tu vida, disfrútala sin prisa, gástala con cautela.
¡No te quejes mas tarde si la sabes perdidas!
Y en mis manos pusieron su dorada escarcela.
Yo era joven y alegre, generosa y confiada, abrí la bolsa presto para ver mi tesoro y, ocultas en el fondo descubrí alborozada un enorme puñado de monedas de oro.
Cantaba el mar: la brisa cruzaba rumorosa.
La ilusión, a manera de blanca mariposa revoloteaba inquieta bajo la luz del día.
Por el ancho camino fui mi dicha cantando y una a una ,mis rubias monedas derrochando, me sorprendió la noche.
Con la bolsa vacía
M.E.F